martes, 20 de marzo de 2012

Fabricación del tren de juguete

























Relato sobre la fabricación del tren de juguete

En el momento en que se anunció en qué consistía la tarea propuesta para la clase siguiente, realizar un tren de juguete, me llevé una grata sorpresa. Esto, ya que no clasifica dentro de las actividades académicas que usualmente nos son delegadas a los estudiantes de licenciatura en español y literatura. Por tanto, fue agradable el hecho de llevar a cabo un proyecto fuera de los parámetros de la rutina formalista de “universitario”. De hecho, debido a que se ha configurado un canon al que se circunscriben las labores estudiantiles y a esa imagen cuadriculada a menudo se asocian valores como disciplina, madurez e intelectualidad; se desprecia la faceta lúdica fundamental en la educación humanista. De esta forma, además de que con la dinámica se presentó la oportunidad de romper con la figura acartonada de literato riguroso, se pusieron en juego aspectos poco trabajados en la academia: la creatividad y el interés subjetivo por realizar un objeto marcado por la expresión estética personal. He aquí otra dimensión enteramente descuidada en la educación superior: el sujeto. Es decir, se ha propagado la infundada creencia en el ámbito universitario de que el profesionalismo consiste en la objetividad-la autonomía del conocimiento y el mundo de las ideas-, olvidando que el aprendizaje nace del interés del individuo por saberes que solo cobran vida al ponerse en práctica e internalizarse-subjetivarse-.
Aquello, me llevó a recordar lo afirmado por Teresa Colomer y Ana Camps en relación con los procesos de lectura, allí las escritoras aluden a la importancia de las dinámicas de significación que entraña el manejo del lenguaje. También, se hace referencia a la construcción de sentido y el potencial simbólico de la lengua cuando entra en contacto con la emotividad del educando. Por consiguiente, aconseja al docente a establecer un vínculo afectivo entre el estudiante y este sistema representacional del que va a servirse para abstraer y nominar el universo que le rodea. De este modo, ha de resaltarse que rescatar la dimensión interpersonal inherente a procesos de desarrollo cognitivo, origina una interdependencia entre el comprensión y conocimiento necesaria para que el sujeto se apropie de los signos que le permitan descifrar, expresar y recrear su entorno. Esto constituye una antítesis del paradigma educativo tradicional, cuyo enfoque pretende aprehender la realidad únicamente a partir del recurso a la memoria y reiteración lingüística, habilidades que por sí solas no constituyen medios semióticos de comunicación.

Así, después de haber puesto un poco de resistencia ante la actividad más por la falta de costumbre al momento de desarrollar ejercicios fuera de lo convencional que por desagrado hacia la tarea, descubrí que son justo este tipo de prácticas las que se requieren en el ámbito pedagógico para optimizar los procesos de aprendizaje.